Para emprender se requiere inicialmente de mucha valentía y dedicación, no es una tarea fácil, porque además será necesario asumir grandes retos que te muevan de tu zona de confort de manera constante, el emprendedor identifica esas grandes oportunidades de negocio, asume los riesgos
financieros con el fin de llevarlos a cabalidad, para alcanzar los beneficios esperados.
Para ello, los emprendedores se identifican de manera general con las siguientes características y cualidades como ser optimista y perseverante, mentalidad innovadora y creatividad, intuición, orientación al logro, priorizar, resistencia al fracaso, control emocional, dotes de liderazgo, habilidades para la comunicación y negociación, entre otros.
El emprendedor normalmente es alguien que se destaca por su perseverancia y energía para llevar a cabo su proyecto. No obstante, esta energía no es fácil mantenerla en el largo tiempo, en ese sentido; surgen muchas oportunidades para poner en práctica nuestra gestión emocional. De modo contrario las personas con baja inteligencia emocional están más sujetas a intensificar sus miedos y de esa forma bloquean sus proyectos empresariales.
Así como elaboramos un modelo de negocios ideal, donde destacamos cual es nuestro producto, sus beneficios, los clientes ideales, la financiación y de más, también sería importante y beneficioso elaborar un plan de gestión emocional en el que podamos identificar y reconocer nuestras emociones en el que se puedan detectar aquellas cosas que no esperamos que ocurran y en que se fundamenten nuestros límites en el momento de hacer crecer nuestro negocio.
Por lo tanto, se generan dos retos importantes, saber gestionar eficazmente la empresa y aprender a gestionarnos a nosotros mismos.
Contamos con dos estilos de vida; el mundo laboral y el mundo personal; cuando se presentan problemas a nivel personal y no se logra separar o diferenciar del laboral, afecta nuestro rendimiento, de ahí parte la importancia de saber gestionar de forma efectiva nuestras emociones. además este sentimiento puede provocar lo que comúnmente se llama el “Efecto montaña rusa del emprendedor”, que hace referencia a las subidas y bajadas de ánimo que sufre el emprendedor en el proceso de hacer crecer su negocio, un día siente que su producto, servicio es lo mejor, pero al día siguiente se siente desmotivado porque considera que no es lo suficientemente buena su propuesta de valor para el mercado, esto genera incertidumbre, miedo, inseguridad, enfado, soledad, euforia, impaciencia, frustración, estrés, desmotivación e inmadurez.
Ahora, identifiquemos cuáles son las etapas o fases del efecto “ Montaña rusa del emprendedor”
1. Sentimiento de euforia: Se idealiza y genera una serie de expectativas del éxito del servicio o producto que se aleja de la realidad. 2. Sentimiento de desilusión: Se da cuenta de que no es tan fácil como se lo había imaginado y de repente piensa que no tiene nada que ofrecer. Percibe su producto o servicio como poco valioso. 3. Miedo: Empieza a imaginar escenarios catastrofistas. Y si… 4. Reajustes.
Optimismo realista. Se reflexiona y se aprende del periodo de desilusión, viéndolo como una oportunidad para escuchar a sus clientes e identificar los aspectos de mejora. En este sentido, el entrenamiento en inteligencia emocional aportará perspectiva ante la respuesta del entorno, especialmente de nuestros clientes potenciales
Bloqueos mentales. Comienza un bucle de pensamientos que no nos permiten avanzar.
El miedo normalmente se genera a partir de lo desconocido. Entonces, cuando tienes que afrontar algo que desconoces, si no tienes los recursos necesarios, como la experiencia y/o la formación adecuada, eso hace que uno se sienta más inseguro, porque se genera la sensación de ser incapaz de conseguir un objetivo
En este momento debes saber que es normal que divaguen por tu mente este tipo de pensamientos, pero lo más importante es aprender a gestionar la incertidumbre, centrarse en buscar la solución y ver aquellos “noes” como valiosas oportunidades de crecimiento.
¿Cómo se puede gestionar esa emoción?
El control es una tendencia natural que poseemos, eso nos incita a evitar lo que no nos gusta sentir y nos bloquea el entender por qué surge esa emoción, invalidando realmente nuestras emociones para seguidamente tomar acción, se llega a un momento en el que aguantas o retienes tanto tus emociones que luego no resistirás y enviarás todo a volar, por ello es necesario hacer consciencia de cómo te sientes y empezar a gestionar.
La estrategia y la práctica
Inicialmente, es hacerte consciente de lo que estás sintiendo, esto ayuda a bajar la intensidad de la emoción, con lo que desde esa perspectiva ya puedes afrontar mejor el reto. Luego Formarte con expertos, recibir información de valor que te permita crecer personal y profesionalmente, por ejemplo Simon Sinek, para identificar el qué; con Tony Robbins, para la parte emocional; Santiago Álvarez de Moon; para temas de mindfulness. Es importante tener una conversación real de crecimiento con un coach, con un amigo, con un compañero de trabajo, con un socio, en definitiva, con una persona de confianza, en la que reconozcas cuáles son tus miedos, qué es lo que te pasa, cuáles son tus debilidades, cuáles son tus objetivos, tus ilusiones. Esa conversación ayuda a generar un espacio de equilibrio.
Ponerse unos límites
Una de las principales reglas cuando se emprende es ponerse límites, esto quiere decir que debes tener un plan para protegerte a ti mismo, evitando en esa medida trabajar muchas horas, porque ocurrirá que terminarás agotado, y las personas que están detrás del negocio no tendrán la suficiente energía para llevar a cabo de manera correcta y saludable los objetivos planteados.
¿Has identificado realmente cuál es tu propósito transformador?
Las emociones tienen un proceso y ese camino da inicio desde el propósito. ¿Para que creas ese negocio?, ¿A dónde quieres llegar?, ¿cuál es tu visión?.
Cuando identificas tu propósito, gestionar esa emoción es mucho más sencillo, porque sabes que será temporal, que pasará y tienes una guía a donde ir.
Referencia Bibliográfica.
Jess Cañón
Desarrolladora de Negocios agro.
Negociadora Internacional, con más de 7 años de experiencia apoyando y ejecutando distintos procesos administrativos, logísticos y de proyectos, soy una fiel apasionada por emprendimientos con enfoque sostenible y de innovación que fomenten el crecimiento empresarial, que generen un impacto positivo en la sociedad. Me encanta aprender y enseñar, leer libros de crecimiento personal, ver pelis de superhéroes y documentales. Amo bailar, estar en contacto con la naturaleza y siento gran interés por aprender sobre nuevas culturas y conocer nuevos lugares.